Los profesores necesitan retroalimentación real
Todo el mundo necesita un entrenador. No importa si uno es jugador de baloncesto, jugador de tenis, gimnasta o jugador de bridge.
Mi entrenadora de bridge, Sharon Osberg, dice que hay más fotos de la parte posterior de su cabeza que de cualquier otra persona del mundo. Lo siento, Sharon. Aquí tienes.
Todos necesitamos personas que nos den retroalimentación. De esa forma mejoramos. Por desgracia, hay un grupo de personas que casi no recibe retroalimentación sistemática que los ayude a hacer mejor su trabajo, y estas personas tienen uno de los mejores trabajos del mundo. Hablo de los profesores. Cuando Melinda y yo supimos la poca retroalimentación útil que tenían la mayoría de los profesores nos quedamos impresionados. Hasta hace poco, más del 98 % de los profesores sólo recibían esta respuesta: satisfactorio. Si mi entrenadora de bridge solo me dijera «satisfactorio», no tendría esperanza de mejorar. ¿Cómo saber quién era el mejor? ¿Cómo saber que hice diferente? Hoy en día, los distritos escolares renuevan la forma de evaluar a los profesores, pero aún así casi no les damos respuestas que les ayuden a mejorar sus prácticas. Nuestros profesores merecen algo mejor. El sistema actual no es justo con ellos. No es justo para los estudiantes, y está poniendo en riesgo el liderazgo estadounidense. Por eso hoy quiero hablar de cómo podemos ayudar a los profesores a conseguir las herramientas de mejora que quieren y merecen.